
El sentido común siempre ha acudido a la adivinación...
Chisinau, sep. 17 de 2006 – Reuter. Ante el embajador de Colombia en Moldavia, don Títere Sin Cabeza, luego de levitar durante veinte minutos y leerle la mano a la señorita de la recepción, se posesionó (en flor de loto) el nuevo agregado psíquico de esa misión diplomática, quien antes de tomar juramento, solicitó un vehículo privado para su uso exclusivo y que se publicara una nota aclaratoria en estas páginas, toda vez que (...) (Clic para leer crónica completa).