31 de julio de 2005

Quite chino!

OPINIÓN PÚBLICA / Uich!

"SINCERAMENTE ME PARECE QUE LUIS ALBERTO ESTÁ MUY CHIQUITO PARA OCUPAR ESE CARGO. DEBERÍAN ESPERAR A QUE FUERA MAS GRANDE." (SIC)

Opinión de una oyente de la W Radio a propósito de la designación de "Morenito" en el BID, julio 30 de 2005

Uich: Interjección colombiana. Del inglés 'oops', utilizado corrientemente por las generaciones jóvenes y que traduce 'mierda!'

8 de julio de 2005

Barrigazo de un Ministro avión


FINANZAS / El despegue de Uribe (Jorge Alberto):
Tras haber cumplido una misión casi imposible, presentó renuncia irrevocable a su cargo el Ministro de Defensa Nacional, Jorge Alberto Uribe Echavarría. Amigo íntimo, casi hermano del Presidente, Uribe desempeñó el cargo por varios meses en los cuales obtuvo tres grandes logros:
1. Acentuó la crisis en las ya difíciles relaciones con Venezuela;
2. Se levantó el medio de transporte ideal para la realización de la segunda campaña presidencial de Álvaro, consiguiendo un avión Boing 737 - 700 BBJ en tan solo 40 millones de dólares, suma que no incidirá tampoco tanto que digamos en el manejo del gasto público, como perversamente se ha querido mostrar en algunos medios de comunicación, máxime si se tiene en cuenta que representan solo noventa y tres mil millones de pesos ($93.000'000.000,oo), suma que, como nos respondió nuestra fuente de alta fidelidad en Palacio "igual se hubiera gastado en cualquier otra bobada". 3. Armó una licitación con nombre propio para la adquisición de 20 aviones de combate a Embraer por un valor de 234 millones de dólares, cuya comisión para el Ministro nunca fue comprobada por los periodistas, quienes denunciaron calumniosamente que dizque la misma estaría entre el 10% y el 15% del valor del negocio. Con ésa plata en el bolsillo de seguro cualquier ministro se retiraría inmediatamente a disfrutarla. "En este caso, el retiro del Ministro es pura coincidencia" - afirmó tajántemente el jefe de prensa del Ministerio a la pregunta suspicaz de Títere Sin Cabeza. A la gente hay que creerle, decía Laureano.